25 septiembre 2022

Mi perfil de tinder


Llevaba un tiempo pensando en completar mi perfil de Tinder y ya parece que me he decidido. Aquí va un esbozo. No estoy muy convencido…

No soy amigo de mis amigos. No me gusta viajar. Nunca he ido a Tailandia ni a la India ni a China a encontrarme a mí mismo; ya me encontré hace tiempo y lo que vi no es para tirar cohetes. No tengo tatuajes. No me hables del tiempo, no tengo campo ni me dedico a la pesca; cuando no llueve salgo a correr, cuando llueve me quedo en casa recogiendo goteras. No tengo una opinión formada e inamovible de casi nada, la mayoría de las cosas son tan relativas. No me gusta el fútbol ni el tour ni las olimpiadas; en realidad no me gusta nada por lo que haya que competir, como si tuviéramos que estar continuamente retándonos unos a otros ¡qué manía!. Si quieres llegar antes, adelante. Si quieres ir para arriba ahí tienes la escalera. Si quieres tener más pues para ti todo; ya lo que tengas que hacer o deshacer ni qué a principio tengas que renunciar o hasta dónde te tengas que rebajar es cosa tuya. No soy un estereotipo cultural ni soy ejemplo de nada, así que no me estabules, no me encasilles; soy un verso libre lleno de contradicciones y de sinrazones. No tengo la agenda llena de compromisos; en realidad procuro tenerla vacía. Disfruto sin hacer nada de provecho y me gusta también cuando no soy activo ni polifacético ni eficaz ni eficiente. Tampoco soy especialmente ameno. Creo que tengo las habilidades sociales mínimas para sostener una conversación sin que parezca un trastornado, y lo mismo puedo llegar a ser divertido a veces. Pero en general, a qué engañarnos, soy un tipo bastante soso y aburrido devorado por la rutina y la falta de iniciativa. Hago deporte pero solo para gustarme a mí mismo, que tampoco es que lo consiga mucho; y entre otras cosas porque al resto del mundo está demostrado sobrada y científicamente (sábado tras sábado, feria tras feria) que no les atrae en absoluto mi corriente y moliente apariencia física. No visto a la moda ni tengo casa en propiedad. En realidad en propiedad solo tengo el coche, el ordenador, mi ropa y un boli. Lo demás tengo que confesar que lo tengo prestado o en usufructo, incluidos mi cuerpo, mi alma, mis pensamientos y mis sentimientos. Así que nada, más o menos en este cúmulo de despropósitos se ha convertido mi vida; y yo con ella a cuestas. Como decía la canción: cualquier reclamación que sea sin membretes. Buenas noches, amigos y enemigos.
©Javier Vidal

No hay comentarios: