28 febrero 2007

de la derecha, la bandera y de Dios

Hay ultimamente un afan por parte de la derecha de apoderarse de los símbolos nacionales. La última manifestacion de la AVT-PP estaba llena de banderas de España, en un acto induscutiblemente político y en contra de un gobierno socialista, o socialdemócrata. Las mismas banderas las he visto en mítines del Pp y por supuesto en las manifestaciones del Foro de la Familia. En todas se repiten una y otra vez frases del estilo de "que no desmembren mi España", "los socialistas están acabando con España y olé". Y digo yo que los socialistas qué són? suecos? cameruneses?

Esa apropiación indebida de los símbolos nacionales y de la misma España por parte de la derecha no extraña, teniendo en cuenta que la derecha por sí es defensora a ultranza de la propiedad privada, y acaparadora de la propiedades propias y de las ajenas, cuando nadie mira. Nuestra historia nos ha hecho huir de la bandera nacional, en la medida que a partir de 1939 representaba una bandera impuesta por un régimen ilegítimo. Pero a partir de nuestra transición y de que le quitaran el águila y demás tramoya hicimos el mismo ejercicio que hizo el niño protagonista de Terminator en la segunda parte: asumir que lo que antes era malo ahora es bueno.

Pero ahora llega los pijillos del Pp y se pegan a la bandera y dicen que es suya, y que España es suya es suya y que la constitución es suya.... Jode, no? Y lo peor es que en su afán de apoderarse de todo lo que les parece, también se han apoderado de Dios; y eso jode más todavía.


Soy internacionalista y de izquierdas. Ese internacionalismo encaja en la filantropía que he mamado en una educación católica, y probablemente venga de ahí. No soy yo quien ha inventado aquello del ecumenismo ni de que "somos ciudadanos de un mundo que necesita el vuelo de una paloma". ¿Entonces a qué viene esta confusión de términos?¿Eso quiere decir que los católicos no son de derechas porque el patriotismo es patrimonio exclusivo de la derecha?. ¿O la derecha de españa y olé no es católica, ya que el catolicismo es incompatible con el nacionalismo fundamentalista?
Se da la paradoja que la derecha defiende unos valores que en mi opinión son incompatibles, como son el cristianismo y el apego a la propiedad privada y la patria.

Por eso, entre otras cosas, soy de izquierda. Desde la izquierda se respeta la bandera, el himno, el régimen democrático (no fue la izquierda quien ha ido dando golpes de estado cada vez que no le gustaba el régimen existente), pero ese respeto a la nación y a la riqueza cultural se llevan sin fundamentalismos, y haciéndolos compatibles con el respeto a todos los ciudadanos que hay debajo de todas las banderas y de todos los himnos.

22 febrero 2007

Habitación desordenada

Mi habitación está desordenada. Los discos se amontonan en el suelo, rayados de tanto uso; pongo cualquiera y acabo aborreciéndolo. Enciendo la radio y la apago. Veo a un amigo y al momento sus palabras me parecen soporíferas. Hago un poema y acabo odiándolo. Hago un discurso y no me convence. Pienso las cosas y no las digo y digo las cosas que no pienso (y todo el mundo se ofende). Lloro por las mañanas y río por las tardes. Por las noches me acuesto solo, y a veces conmigo. Empiezo a soñar y acabo durmiendo; empiezo a dormir y acabo despierto. Ni yo me aguanto; ni yo mismo me entiendo. Estoy en vela de ocho a doce y duermo de una a ocho: de doce a una intento terminar un libro interminable que no es de Michael Ende, pero que me aburre como si lo fuera. Empiezo a ser poeta y acabo siendo cursi; empiezo a contar estrellas y acabo destrozando calendarios.

Mi habitación está desordenada. Mi cama está sola; mi noche está oscura. Una bombilla se balancea desde el techo y un gato que me mira desde la ventana. Empiezo a tararear una canción y acabo emitiendo sonidos guturales; como cuando era niño y después de mucho llorar sin que nadie me escuchara, descubría, tendido en algún rincón de la casa, el placer del ronroneo. Estoy hecho un desastre; pierdo cosas en la calle y las encuentro en mi habitación. Al levantarme no encuentro los calcetines; al acostarme no cojo el sueño; a los sueños no les cojo la gracia. Porque mi habitación está desordenada. Algún día tendré que arreglar todo esto. Empezaré quitando aquel horrible póster y acabaré poniéndome el pijama; ese que me regalaron cuando fui de viaje, y que nunca me he puesto. Pero ahora no puedo. Ahora sólo puedo apagar y encender la luz, como poseído; o hacer trencitas con los flecos de la colcha. Mi habitación está desordenada. Empiezo a estar de cuerpo presente; pero mi alma está ausente en algún lugar donde aún resuenan ecos de risas... ya lejanas.

No sabía que olvidar fuera a resultar tan difícil.
Javier Vidal
Enero 1996