08 marzo 2022

Una palabra tuya

Pero así seguiré, aunque nunca fuera verdad aquella noche de junio. Buscando entre los restos de mi ilusión, perdiéndome entre las sombras de la decepción, sabiendo que nunca seré capaz y que todo seguirá irremediablemente oscuro. Imaginando un encuentro que nunca se producirá, murmurando unas palabras que nunca se pronunciarán, un diálogo imaginario de una escena que jamás será retratada. En una eterna bifurcación donde mi camino siempre es el contrario, el otro. Y lo que se hace pequeño no es lo que se queda detrás sino yo mismo; que me alejo más y más perdiéndome entre la indiferencia y el hastío. Ya sé lo que me espera, que mañana no pasará nada, que pasarán muchos años sin que pase nada, que vendrá la nada y el olvido, el olvido y la vergüenza. Que todo esto es en vano, que esta búsqueda no tiene sentido, que en esta espera no cabe la esperanza. Pero así seguiré, porque es mi naturaleza de perdedor eterno, de soñador de urgencia, de enajenado de guardia. Pero así seguiré, amando de balde, muriendo de sueños. Y aunque esto no lleva a ninguna parte algo inexplicable me dice que aguante, que siga esta lucha sin cuartel, sin orgullo y sin futuro hacia algo tan simple y tan inalcanzable; esa palabra tuya que bastaría para sanarme.

©Javier Vidal