13 noviembre 2021

Encajando

Cuando empiezo a ver una serie nueva o una novela siempre me produce inquietud por no saber de qué me quieren hablar realmente, quiénes son los personajes ni cómo son ni qué pintan ahí en medio, quiénes son los protagonistas y quiénes son los secundarios o los que pasaban por allí. Tal como vas viendo capítulos ya te sientes más cómodo porque todas esas dudas se disipan y ya te va encajando todo. 

Ante la vida, a pesar de que tengo ya una edad, que podían ser dos edades, me siento tan desasosegado y tan despistado como ante el primer episodio de una serie porque en el fondo reconozco que sigo sin entender cuál es la trama principal y cuál es la secundaria, quiénes son los malos y quiénes son los buenos, los protagonistas y los secundarios, quién está cuerdo y quién está loco; de qué va esto realmente, si es una serie ligera, romántica, una comedia de situación, un drama épico a una serie de terror. Cada vez que uno se levanta después de soñar mil mundos extraños se puede encontrar un panorama distinto y uno va encajando como puede todos esos cambios y ante esas nuevas situaciones. Supongo que esto va de eso: de intentar armar un puzzle que no siempre encaja y de darle sentido a cosas, momentos, situaciones, incluso personajes, que en realidad no tienen sentido.

©Javier Vidal